Os cuento que este cerebrito me lo he encontrado estos días caminando por el bosque… No necesito desobedecer… El sendero que bordea los acantilados empieza literalmente en la puerta de mi casa… y aún no me han precintado la entrada… como han hecho con los parques… y las plazas… y los bancos para sentarse… Os cuento también que hoy huele mucho a mar… Y que en pocos días comenzará la primavera… Bueno, ya hace tiempo que llegó… Mis pies descalzos acarician el pasto mientras os escribo… me caen pétalos del melocotonero… y las mariposas juegan en el aire… Aunque la tierra agradezca esta calma chicha, no nos perdonará que no honremos sus ciclos… ¿Que no podemos? No nos dejan, que es muy diferente… Antes de que se sequen nuestros cerebritos, como el de este hongo, abramos los ojos… Si no se animan a desobedecer al RD, al menos, desobedezcan las convenciones sociales y hagan topless… o el amor… en sus balcones… mientras no nos los precinten… por el chivatazo de un vecino amargado… hasta nueva orden. Alba Algarabia. 19.03.20
La cita la he extraído de la charla “Coronavirus, el virus del miedo”, organizada por el ayuntamiento de Zuia (Araba), el 10 de marzo de 2020. Mati fue visionaria, pero la velocidad de los acontecimientos se ha precipitado aún más. Tan solo nueve días. Mucho más rápido que la primavera…
Para vos, @susyshock, porque si hasta los besos heteros ahora son delito, ay mamita… Pero con tu poema “El beso” nos enseñaste que no hay nada más hermoso que desobedecer con ternura y rabia, a partes iguales.
Hitzek sorgindu ninduten. Doinu eta forma ezberdinetan nire gorputza bete ostean, borborka hasi dira, ahotik, alutik… Tras largos años de algarabía, mis poros, por ahora, solo sudan en bilingüe. De ahí que este blog haya nacido así.
Ongi etorri. Bienvenide. ¡Ah! Sé me olvidaba… ¡Disfruta del viaje!
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