Design a site like this with WordPress.com
Hasi zaitez

Unas gotitas de bromuro

Podcast de mi primer cuento en Fika (octubre de 2014). Texto disponible a continuación.

Lo confieso: yo he matado al periquito. Reconozco que es un acto sumamente cruel, pero te confesaré por qué lo he hecho.

A estas alturas ya te habrás dado cuenta también de que he vaciado el contenido de los cajones y puertas del armario empotrado que me correspondían. He aprovechado que echabas horas extra en tu oficina de la planta 33, como tantas otras veces.

Tras esta constatación ―o revelación―, imagino que poco te importa ya la muerte ―o asesinato― del dichoso periquito. Sin embargo, quiero que entiendas por qué lo he matado y, ya de paso, por qué te he abandonado.

Recordando a Cortázar, al que he leído muchas veces en esa cama que hasta ayer compartías conmigo, esperando inútilmente aguantar despierta hasta que llegaras a casa del trabajo, cuando te regalé el periquito, te regalé la necesidad de escucharlo trinar cada mañana, de limpiarle la jaula ―espacio en el que el carcelero liberaba al ave. Ahora recuerdo los ojos del animal cuando debía volver a la jaula… salvando las distancias, parecidos a los míos cuando tomaba el ascensor hasta la que a partir de hoy será solo tu casa. Yo me autoregalé la necesidad de oír su gorjeo feliz en mi propia jaula. Con su muerte, te libero de la necesidad de recordarme.

Decidí regalarte el periquito, lo recordarás aún, un día en el que viniste inspirado del trabajo y me contaste que echabas de menos el canto de los pájaros: no llegaba hasta tu oficina en la planta 33 ni se oía en el monótono recorrido del garaje al portal, por una larga calle desierta de árboles.

En lugar de matarlo, podría haberlo liberado: abrir la puertecilla de la jaula e invitarlo a escaparse por el balcón. Supongo que me dio miedo que intentases imitarlo lanzándote desde la ventana de tu oficina en la planta 33.

Espero no darte ideas. En todo caso, que mates, a tu vez, el espacio que yo ocupaba en tu vida. ¿Cómo? No puedo ayudarte con eso. Ya he hecho bastante: te he liberado del periquito cantarín que se envenenaba con mi infelicidad en cada bocanada de aire.

Alba Algarabia

Bilbao, octubre de 2014

Published by kontalamia

Hitzek sorgindu ninduten. Doinu eta forma ezberdinetan nire gorputza bete ostean, borborka hasi dira, ahotik, alutik… Tras largos años de algarabía, mis poros, por ahora, solo sudan en bilingüe. De ahí que este blog haya nacido así. Ongi etorri. Bienvenide. ¡Ah! Sé me olvidaba… ¡Disfruta del viaje!

Utzi erantzun bat

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Aldatu )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Aldatu )

Connecting to %s

%d bloggers like this: