Solo recuerdo la sensación de chupar su brazo. Mi lengua era de pronto tan áspera como la de un gato y se deslizaba hipnotizada por un calipo de sal.
Hitzek sorgindu ninduten ni.
Doinu eta forma ezberdinetan nire gorputza bete ostean, borborka hasi dira, ahotik, alutik…
Tras largos años de algarabía, mis poros, por ahora, solo sudan en bilingüe.
De ahí que este blog haya nacido así.
Kontalamia surge en un momento tan cósmico como banal, lo mismo en el baño que en el coche, del juego de palabras entre kontalaria (oficio de la persona que cuenta, como una artesanía oral, en euskera) y lamia (una especie de sirena de río, con pies de pato, originaria de la cosmovisión vasca).
Beraz, uretan murgilduko gara, forma anitzetako gorputzekin jolasean ibiltzeko. Hitzekin jolas.
Ongi etorri. Bienvenide.
¡Ah! Sé me olvidaba… ¡Disfruta del viaje!
