Salgo de casa y una ráfaga de viento invernal me da un bofetón y deshace el peinado que me he arreglado con tan poco esmero. Acto seguido, el sarpullido de luces navideñas que inunda calles y parques me deslumbra y al frotarme los ojos se me corre el rimel. Ya tenía pocas ganas de irIrakurtzen jarraitu “La alquimia de las almendras”