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Hasi zaitez

Desde mi feminismo orgánico

Arte menstrual de Juliaro

Soy mujer, educadora y feminista. Son tres dimensiones de mi persona íntimamente relacionadas, pero no siempre fue así.

De hecho, me siento parte del movimiento feminista desde hace muy poco, a pesar de llevar años impulsando la coeducación y celebrando fiestas feministas en el centro. No ha sido hasta que he tomado conciencia de mi cuerpo menstrualmente activo que el feminismo ha entrado de lleno en mi vida, transformándolo todo en positivo.

Lehenik, gorputzaz ohartu nintzen, nire menstruazioa behatuz, onartuz eta gozatuz. Soilik orduan hedatu zen feminismoa nire bizitzan, dena positiboki irauliz.

Mujer lunar

Los caminos de la vida, que son impredecibles, me llevaron a observar mis ciclos menstruales. Cito aquí a cuatro autoras fundamentales que os recomiendo si queréis iniciar un proceso similar:

  1. Miranda Gray y su libro Luna Roja (2002)
  2. Maïtie Trélaün y su libro Los tesoros del ciclo de la mujer (2016)
  3. Erika Irusta y su blog El camino rubí
  4. Diana Fabiánová y su película documental La luna en ti (2009)

Horra hor menstruazio-zikloen inguruko bibliografia xume bat. Proposamen bat baino ez da, norberak bere bidea egin behar du.

Gray aborda el tema desde una perspectiva mística que puede atraer a aquellas mujeres que se sientan más espirituales (todas tenemos un lado espiritual, que yo desconocía por completo). Ella nos ayudará a reconocer a la Bruja, la Doncella Virgen, la Madre y la Hechicera que llevamos dentro.

Trélaün, sin embargo, es más práctica y naturalista, simbolizando las fases a través de las estaciones (primavera, etc.). Nos anima también a descubrir a nuestras Niña Interior, Mujer Salvaje y Bárbara.

Debo matizar que ambas autoras comparten, además de unas portadas muy feas, una heteronormatividad bastante ridícula y desfasada.

Erika Irusta, en cambio, es un soplo de aire fresco y diverso que, además de condensar lo esencial de las autoras anteriores en algunas de las entradas de su blog, aborda otros temas como la relación que tenemos con la madre, la sexualidad o el dinero. Muy recomendable para aquellas que no tengan mucho tiempo o ganas de leer.

luisa jimenez.jpg
Luisa Jimenez Murillo, del Colectivo Cerdas

Y, por último, la maravillosa Diana Fabiánová, que, además de acercarnos al ciclo desde una perspectiva puramente biológica, denuncia al capitalismo y, en especial, a la industria farmacéutica como principales responsables de una sociedad llena de mujeres inconscientes (en lo que a su cuerpo se refiere) e infelices. Por otro lado, recoge diferentes cosmovisiones indígenas, como la de La Abuela Margarita (cultura maya, México).

El resultado de todas esas lecturas es, sencillamente, un despertar. De pronto, las piezas encajan, pero no es un puzzle finito, sino un universo infinito donde he tomado conciencia de mi naturaleza femenina, con sus luces y sus sombras, como las diferentes fases de la luna. La vida, la energía vital, nace y fluye desde el triángulo que todas alojamos en nuestro interior, el útero.

Aurreko irakurketei esker, esnatze moduko bat bizi izan nuen. Emakumeen naturaren aberastasunaz ohartu nintzen eta uteroko energiak ezagutzen hasi nintzen. Ilargiaren faseetan bezala, bidean argi-itzalak daude. Guztiak onartu behar.

He comprendido por qué mi cuerpo mana con las lunas, no solo sangre, sino otros fluidos también; como las mareas. Cuándo se redondean mis formas. Dónde puedo encontrar espacios que me permitan conectarme con la tierra cuando lo necesito (en los parques urbanos, sin ir tan lejos). Cómo se pueden gestar y parir, no solo bebés, sino también hijas-ideas.

No se trata de ir por la vida iluminada, ni nada por el estilo. Solamente debemos aprender a ser egoístas y a colocarnos siempre en el centro, para no alejarnos nunca de él y vivir en armonía con nuestros ciclos y la naturaleza que nos rodea. En definitiva, cuidarnos y respetar nuestra ecología personal (concepto interesante introducido por Trélaün).

Laburki, gure burua zaindu behar dugu, gure ekologia pertsonala errespetatuz.

Cuando me habitan las brujas, sacio mi sed de akelarres regando las plantas con mi sangre, como me enseñó la Abuela Margarita, o buscando a la luna desde los barrotes de nuestras jaulas de hormigón y asfalto. Cierro los ojos por un momento, reteniendo la belleza de su redondez o su silueta menguada, y me siento serena, acompañada, empoderada y libre.

Sorginak nitaz jabetzen direnean, akelarre egarria asetzen dut landareak nire odolarekin ureztatuz edota gure hormigoi eta asfaltozko kaiolen barroteen artetik ilargia arakatuz.

Más allá de la conciliación laboral clásica: (sobre)vivir los ciclos en el aula

Luisa Jimenez4.jpg
Luisa Jimenez Murillo, del Colectivo Cerdas

¿Conocéis a alguien que haya cogido alguna vez una baja premenstrual? Si es así, es mi heroína, y también su médicx de cabecera. Entrar en un aula llena a rebosar de adolescentes cuando estoy en el SPM es un infierno (SPM = Síndrome PreMenstrual o como lo denomina Diana Valera, síndrome de Soy una Puta Mierda). Hay días en que no quiero ni entrar, pero el deber manda.

Cuando comencé a observar mis ciclos descubrí que el cambio en mis emociones se manifestaba vívidamente en el aula. Lxs profes debemos gestionar conflictos constantemente y, en los días en que me siento más vulnerable, acabo derrotada. Hay momentos incluso en que mi Hechicera o mi Bárbara se apoderan de mí y tengo la sensación de irradiar algo muy nefasto que genera más tensiones en el aula (me ocurrió durante el debate del 25 de noviembre y el resultado fue catastrófico).

Behaketa-lanaren ondorioz, berehala konturatu nintzen nire emozioen aldaketak biziki agertzen zirela gela barruan, ikaste-irakaste prozesuetan. Menstruazioaren aurreko fasea da gogorrena. Zaila da orduan ikasleen energia mailari aurre egitea.

Entonces, ¿qué me ha aportado el despertar de mi conciencia menstrual? En primer lugar, saber que estoy profundamente conectada con mis alumnas-mujeres, y que si ellas también menstrúan con las lunas, probablemente se sentirán tan mal (o tan bien) como yo en ese momento, aunque no sean conscientes. También siento una voluntad de dignificar y naturalizar la menstruación y acompañarlas en este proceso, enseñándoles lo que yo he aprendido en mi camino. Lamentablemente, la mayoría hemos perdido la trasmisión madre-hija de esta sabiduría ancestral. Me ha ayudado además a regularme y medir mis fuerzas: si me siento vulnerable, evito el enfrentamiento e ignoro los juicios (a menudo, imaginados). Si me siento alterada, comparto con ellxs los ejercicios de relajación. Por el contrario, en mis momentos fuertes, la capacidad de transmitir y conciliar aumentan maravillosamente y hay que aprovecharlo. Resumiendo, si es posible, organizo las dinámicas en función de mis energías.

Denborarekin, zikloaren fase bakoitzaren energiarekin bat datozen ekintzak planifikatzen ikasi dut. Ez da beti posible, baina behintzat frustrazioa txikiagoa da ezin naizenean ailegatu.

Horrez gain, lan pertsonal honi esker bereganatu dudan jakinduria iraultzailea ikasleekin partekatzeko nahia sentitzen dut. Ahalduntze tresna handia da, sorginen memoria aldarrikatzeko bidea.

Mi cuerpo, mi territorio: militando desde el útero

Mi despertar menstrual también ha revolucionado mi conciencia política. He pasado de manifestarme tímidamente como feminista a declararme abiertamente transfeminista, ecofeminista, feminista decolonial, comunitaria… ¿Hay que ceñirse? ¡No! ¡Cómo no abrazar la diversidad cuando albergamos tantas mujeres en nuestro interior!

Los lemas, como el de la Marcha Mundial de Mujeres o lo personal es político ―y lo corporal, añado―, pasan de ser meras consignas a una profunda afirmación, una forma de estar en el mundo, viviendo en la casa del feminismo.

Finalmente, como militante internacionalista, saberme conectada con todas las mujeres del planeta me ayuda a tejer redes y a empatizar con sus luchas, en especial, aquellas en defensa de la tierra y de la vida. Además, el útero tiene memoria y recuerda a las que nos precedieron, combatiendo para que nosotras llegásemos hasta aquí.

Nire gorputza zeharkatu duen feminismoak ekintza politikoa ere irauli du. Internazionalismo feministatik, beste era batera hurbiltzen naiz munduan zehar ari diren emakumeen borroketara, bereziki, lurraren eta bizitzaren aldekoak.Azkenik, uteroaren memoriaz jabetu naiz, gure aurretik etorri zirenen lana oroituz.

Otras compañeras de viaje

En el autocoñocimiento me han acompañado también Mundo Ivaginario, la PsicoWoman, las Kancaneo Teatro con su divertidísimo Ovolucionando («No estamos locas, ¡somos cíclicas!»), mi profe de afrodanza, Itzi, y mis compas, que gozan al ritmo de los percus, que nos ayudan a celebrar el cuerpo y la vida. ¡Y el cosmos, en general!

Francella Richmond

Me despido con una frase que escuché en una entrevista a Rebeca Lane (artista guatemalteca, en la imagen) en la que decía «A mí el feminismo no es algo que me pasara por los libros, sino que me pasó por el cuerpo». Y con unos versos de su canción Mujer Lunar:

Soy mujer, soy un ser lunar / Cambio como la luna, de blanca a oscura / En mi vientre llevo la simiente / De mi útero nació toda la gente / Es mi sangre mensual, menstrual / De donde nace la vida, no de tu costilla / No vine al mundo para hacerte feliz / Ni que tus golpes me dejen cicatriz

En la casa rural Perunea Landetxea, Intza (Nafarroa), primavera de 2017

  




Published by kontalamia

Hitzek sorgindu ninduten. Doinu eta forma ezberdinetan nire gorputza bete ostean, borborka hasi dira, ahotik, alutik… Tras largos años de algarabía, mis poros, por ahora, solo sudan en bilingüe. De ahí que este blog haya nacido así. Ongi etorri. Bienvenide. ¡Ah! Sé me olvidaba… ¡Disfruta del viaje!

Utzi erantzun bat

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